Cómo afecta la impulsividad a nuestro cerebro. persona impulsiva

En su vida, cada persona conoce personas con diferentes personajes. ¿Alguna vez has tratado con una persona que te sorprendió por su inconstancia? Estas personas, por regla general, tienden a cambiar de opinión con bastante rapidez y se caracterizan por cambios instantáneos de humor.

Parecería que simplemente estaba sonriendo y de muy buen humor, cuando de repente algo afecta su estado de ánimo y aparece la agresión y el descontento. Estas personas también sorprenden con sus decisiones ultrarrápidas. ¿Qué explica este comportamiento humano? En psicología esto se llama impulsividad.

La impulsividad es una característica del carácter humano, que se manifiesta en la tendencia a tomar decisiones sin pensar en las consecuencias. Las personas impulsivas se guían en su comportamiento no por la razón, sino por las emociones y circunstancias temporales.

La mayoría de las veces, este comportamiento sólo conlleva consecuencias negativas. Esto se debe a la falta de moderación, temperamento y dureza que estas personas suelen exhibir. En otras palabras, podemos decir que las acciones impulsivas son acciones realizadas sin tener en cuenta las consecuencias, sin pensarlo previamente.

Algunas personas confunden impulsividad con decisión; este es un error muy común. Sin embargo, la diferencia entre estas dos condiciones es grande. Los individuos decididos tienen una firme confianza en su decisión o acción, y esta confianza se extiende también al resultado de su actividad.

Las personas impulsivas se caracterizan por actuar primero y luego considerar las consecuencias. Estas personas tienden a terminar decepcionadas, lo que puede provocarles remordimientos o hacer que la situación sea aún más difícil.

Variedades

Es común que todas las personas muestren impulsividad en ocasiones, pero para algunas personas esto se convierte en la norma. Los estados impulsivos tienen varias variedades y también pueden indicar algunas enfermedades psicológicas:

  • La piromanía es una atracción por los incendios provocados.
  • La cleptomanía es un ansia de robo.
  • Impulsividad alimentaria: se manifiesta en diversas interacciones con los alimentos.
  • La adicción al juego es una predisposición al juego.

Éstas son sólo algunas de las condiciones psicológicas en las que la mente humana no puede resistir sus deseos. Las decisiones impulsivas suelen ser el resultado de un autocontrol deficiente. Las características distintivas de estas personas son una mayor actividad y un carácter explosivo.

Estos son malos conversadores: la conversación con estas personas puede ser difícil y a menudo no tiene un tema específico, ya que tienden a cambiar rápidamente entre diferentes temas. Cuando hacen una pregunta, no esperan una respuesta y pueden hablar durante mucho tiempo, incluso si ya no los escuchan.

La impulsividad también varía según las situaciones en las que se produce:

  • Motivado: en este caso es causado por situaciones estresantes, cuando incluso personas bastante adecuadas pueden mostrar una reacción inesperada ante las circunstancias. Esto le ha pasado a todo el mundo y no es motivo de preocupación.
  • Desmotivado: cuando reacciones extrañas e inusuales a lo que está sucediendo se convierten en la norma para esta persona. En este caso, el comportamiento anormal no es episódico y se repite con bastante frecuencia, lo que conduce a algunas enfermedades psicológicas.

Esta condición puede ocurrir tanto en niños como en adultos. Sin embargo, en el caso de los niños, los psicólogos no definen esto como un diagnóstico, ya que los niños no siempre están dispuestos a pensar en sus decisiones y a responsabilizarse de ellas. Pero en los adultos esto ya es una desviación de las normas de comportamiento aceptadas.

Muy a menudo, se puede observar un comportamiento impulsivo en los adolescentes. Esto es comprensible: diversas tensiones en una edad tan crítica suelen ser la causa de un comportamiento irracional. También podría ser excitación emocional o exceso de trabajo.

A veces los adolescentes inducen esta condición de forma artificial, la razón es la terquedad y el deseo de mostrar independencia. Los estados impulsivos en adultos son una desviación psicológica solo si ocurren con mucha frecuencia y la persona misma no es capaz de autocontrolarse.

Ventajas y desventajas

Un estado impulsivo provoca una actitud negativa en muchas personas. Esto se debe al hecho de que la gente equipara la palabra "impulsividad" con conceptos como irritabilidad, falta de fiabilidad y mal genio. Por supuesto, estas propiedades pueden acompañar a las manifestaciones impulsivas, pero este estado también tiene sus puntos fuertes:

1. Toma de decisiones rápida. No debe confundirse con la decisión, pero es el lado positivo del estado impulsivo. Estos individuos tienden a adaptarse rápidamente. Suelen ser indispensables en situaciones en las que las circunstancias cambian rápidamente y es necesario tomar decisiones adaptándose a ellas.

2. Intuición. Este estado también desarrolla la intuición. Cada uno de nosotros estaría encantado de tener un carácter intuitivo o tener una persona así cerca. La intuición es un lado muy fuerte del carácter que nos ayuda en la vida.

3. Emocionalidad explícita. Los estados impulsivos implican la apertura de una persona. Estas personas no ocultan sus emociones. Esto también puede considerarse una característica positiva. Cuanto mejor comprendas el estado emocional de una persona, más fácil será tu relación con ella. Una persona impulsiva nunca mostrará intenciones ocultas.

4. Veracidad. Este es quizás el aspecto positivo más importante de un estado impulsivo. Las personas propensas a la impulsividad rara vez mienten. La mentira es más común entre quienes tienen un carácter tranquilo y razonable. Con una mayor emocionalidad, es difícil ocultar la verdad. Cualquier manifestación de engaño es altamente indeseable para una persona impulsiva, ya que tarde o temprano las emociones se apoderarán de él y lo expresará todo.

Los estados impulsivos tienen una serie de ventajas, como ya hemos entendido. Sin embargo, además de esto, también se les asocia una serie de aspectos negativos. Estos incluyen errores comunes. Al tomar decisiones rápidas, una persona comete acciones imprudentes, lo que más a menudo conduce a errores.

La desventaja de un estado impulsivo es que el estado de ánimo de un individuo cambia a menudo y nunca entenderás qué lo controla en ese momento y qué esperar en el momento siguiente. Y dado que todo individuo se esfuerza por lograr el orden y la constancia, una persona emocional es la causa del malestar.

Esto también se manifiesta en las relaciones: es difícil experimentar sentimientos románticos con esas personas; a veces él te ama y adora, a veces se enoja por pequeños malentendidos. Dado que es imposible predecir el comportamiento de una persona impulsiva, adaptarse a él es muy problemático.

Sin embargo, comunicarse con una persona así también tiene sus ventajas. Se trata de una personalidad muy aventurera y puedes estar seguro de que siempre recibirás apoyo en decisiones inesperadas. Además, la emocionalidad abierta de una persona así puede ayudarle a aprender a comprender muchos factores que influyen en su estado de ánimo y a utilizarlos para sus propios fines en el futuro.

Al mismo tiempo, no debes confiar en él incondicionalmente: las personas impulsivas tienden a cambiar de opinión con frecuencia y no siempre cumplen sus promesas. Vale la pena recordar que un individuo impulsivo nunca desempeñará ese papel. Si te encuentras con una persona emocionalmente agresiva, lo más probable es que sea una persona mentalmente inestable.

La impulsividad no puede ser buena ni mala. Esta es una condición que tiene lados positivos y negativos. Una persona impulsiva debe utilizar sus puntos fuertes y prestar mucha atención a trabajar sus rasgos débiles. Autor: Lyudmila Mukhacheva

La impulsividad en psicología se considera una predisposición a una reacción espontánea y ultrarrápida ante cualquier estímulo externo o interno sin tener en cuenta las posibles consecuencias. En el marco de este concepto, se habla de comportamiento impulsivo, cuando una persona actúa sin pensar, pero posteriormente muchas veces se arrepiente de sus acciones o, por el contrario, agrava aún más la situación actual. Este rasgo de carácter puede manifestarse tanto en la infancia como en la edad adulta debido al aumento de la excitabilidad emocional, el exceso de trabajo, el estrés emocional y determinadas enfermedades.

Cualidades como la impulsividad, la iniciativa, la flexibilidad de comportamiento y la sociabilidad son características principalmente de los extrovertidos. El concepto de impulsividad puede contrastarse con la reflexividad: la tendencia a pensar detenidamente en un problema y sopesar las decisiones tomadas.

En psicología y psiquiatría, la impulsividad también se interpreta como una forma dolorosa de comportamiento en la que una persona realiza determinadas acciones obedeciendo a impulsos irresistibles, es decir, casi de forma inconsciente. Resulta que las personas impulsivas tienen un nivel reducido de autocontrol y sus acciones son más automatizadas.

Comportamiento impulsivo y sus tipos.

La impulsividad se manifiesta por dificultades para resistir determinados impulsos momentáneos, que al final casi siempre provocan problemas, tanto para el propio paciente como para su entorno inmediato. Aquí hay algunos ejemplos de comportamiento impulsivo no saludable:

  • cleptomanía: un doloroso deseo de robar;
  • adicción al juego – atracción patológica al juego;
  • compras impulsivas: compra de cosas innecesarias, preocupación por las compras;
  • piromanía: un impulso irresistible de provocar un incendio provocado;
  • comportamiento sexual impulsivo: actividad sexual excesiva e incontrolada, que puede manifestarse no sólo en promiscuidad sexual, sino también en voyeurismo, fetichismo, actividad sexual y otras inclinaciones;
  • Comportamiento alimentario impulsivo: comer en exceso compulsivamente, anorexia, bulimia, etc.

Los trastornos anteriores son bastante comunes entre adultos y adolescentes y provocan una disminución significativa de la calidad de vida. Sin embargo, el aumento de la impulsividad se elimina fácilmente con la ayuda de un trabajo psicoterapéutico cognitivo-conductual competente.

Comportamiento impulsivo en la infancia.

La impulsividad en los niños también es un rasgo de carácter que consiste en actuar según el primer impulso debido a la influencia de cualquier emoción o estímulo. Debido al subdesarrollo del control del comportamiento relacionado con la edad, esta característica se encuentra a menudo en niños en edad preescolar y primaria. Con un desarrollo adecuado del niño, esta forma de impulsividad se puede corregir con bastante facilidad, pero es posible que a medida que el niño crezca, esta característica de comportamiento regrese nuevamente.
En la adolescencia, la impulsividad a menudo se convierte en consecuencia de la excitabilidad emocional, el exceso de trabajo y el estrés.

La mayoría de los psicólogos consideran el comportamiento impulsivo de los niños pequeños como un fenómeno normal, ya que, debido a la edad y a una serie de otros factores objetivos, no se les puede exigir que controlen completamente su propio comportamiento. Central sistema nervioso se forma activamente en los primeros años de vida, y el niño comienza a regular más o menos los impulsos que surgen espontáneamente solo a la edad de ocho años. De hecho, la falta de regulación voluntaria del comportamiento es simplemente una característica natural relacionada con la edad.

Revelador

El diagnóstico de impulsividad lo realiza un psicólogo o psicoterapeuta mediante cuestionarios y pruebas especiales. Se realiza un diagnóstico final si la condición del paciente cumple con los siguientes criterios:

  • el comportamiento impulsivo se repite constantemente, a pesar de las consecuencias negativas;
  • el paciente no puede controlar su propio comportamiento;
  • el paciente experimenta un deseo literalmente irresistible de cometer un acto impulsivo;
  • Después de realizar una acción impulsiva, el paciente se siente satisfecho.

La impulsividad es una condición que hay que combatir, en primer lugar, para mejorar la calidad de vida del propio paciente. Dependiendo de las razones que provocaron el comportamiento impulsivo y las características personales del paciente, se selecciona un método de tratamiento individual.

Métodos de lucha

Por lo tanto, el psicoterapeuta siempre determina el método de corrección más preferible de forma estrictamente individual, teniendo en cuenta muchos factores, incluidas las peculiaridades del desarrollo del sistema nervioso del paciente. En algunos casos, una terapia farmacológica bien elegida con antidepresivos y antipsicóticos ayuda a eliminar la impulsividad. Los medicamentos se prescriben en los casos en que la impulsividad es una manifestación de un trastorno mental.

Varios métodos psicoterapéuticos también ayudan a combatir el comportamiento impulsivo. La más extendida es la psicoterapia cognitivo-conductual, que resulta más eficaz cuando se realiza de forma individual, aunque también es posible asistir a clases grupales.

La impulsividad en la infancia tampoco debe dejarse al azar. Y aunque el comportamiento de un niño cambiará a medida que crezca, la principal tarea de los adultos es desarrollar su capacidad para equilibrar correctamente sus propios motivos y los resultados esperados. Es decir, el niño debe comprender que todas sus acciones conllevarán determinadas consecuencias. Al mismo tiempo, es importante desarrollar un sistema de recompensas para que el niño desarrolle el concepto de conducta “correcta”. Básicamente, el adulto guía al niño en la dirección correcta y gradualmente le transfiere la responsabilidad de su comportamiento. Vale la pena señalar que el mayor error que cometen los padres es intentar “entrenar” a su propio hijo enseñándole autocontrol mediante el castigo. Esta estrategia es fundamentalmente errónea y puede conducir al desarrollo de trastornos mentales graves en el niño en el futuro.

Los juegos conjuntos que implican frenar los impulsos y tener en cuenta los intereses de los demás participantes son de gran importancia para corregir la impulsividad en niños en edad preescolar y primaria. En el futuro, las actividades educativas contribuirán aún más a la normalización de la actividad conductual.

A veces sucede que cuando describimos el carácter de una persona utilizamos la palabra “impulsivo”. Pero surge la pregunta de si conocemos el verdadero significado, si entendemos qué es la impulsividad.

En primer lugar, cabe señalar que esta cualidad personal obliga a una persona, aunque sea inconscientemente, a realizar acciones que no están sujetas a una larga reflexión preliminar, sopesando todos los pros y los contras. Desafortunadamente, bajo la influencia de la impulsividad y las emociones momentáneas, una persona puede tomar una decisión fatídica.

La impulsividad en psicología implica una característica del comportamiento humano, que consiste en su tendencia inherente a tomar decisiones, a actuar según el primer impulso, bajo la influencia de circunstancias o emociones. Un individuo impulsivo no está dispuesto a pensar en sus acciones, sino que reacciona inmediatamente ante ellas y, posteriormente, a menudo se arrepiente de lo que ha hecho. El motivo de su aparición en adolescentes es como consecuencia de una mayor excitabilidad emocional. Y en los adultos, la impulsividad puede manifestarse con exceso de trabajo, ciertas enfermedades y afectos (es decir, con una experiencia emocional fuerte, pero de corta duración, que suele ir acompañada de manifestaciones mentales internas y motoras relativamente agudas de la personalidad).

La impulsividad es una especie de antónimo del concepto de “reflexividad”. Reflexividad: la impulsividad es una definición hipotética de medir el estilo cognitivo de una persona. Se basa en la observación de que se concluyó que a la hora de resolver problemas, las personas se pueden dividir en dos tipos. El primer tipo tiende a reaccionar rápidamente, teniendo en cuenta lo primero que le viene a la mente (impulsividad), mientras que el segundo tipo tiende a ser más sistemático, es decir, piensa detenidamente el problema antes de emprender cualquier acción.

Como regla general, después de un tiempo, una persona impulsiva comienza a arrepentirse de la acción que ha realizado, que anteriormente condujo a la destrucción de cualquier relación. Dependiendo de sus cualidades personales, esta persona puede pedir perdón o empeorar la situación.

Prueba de impulsividad

Para determinar la presencia de impulsividad, se utilizan pruebas especialmente creadas (por ejemplo, el Cuestionario de impulsividad de H. Eysenck).

En el cuestionario siguiente, el sujeto debe poner “+” o “-” al lado de la afirmación, dependiendo de si está de acuerdo o no.

Por “+” a las preguntas 1,2,4,5,7,9-12 y 15 y por respuestas negativas a las preguntas No. 3,6, 8,13,14 se debe otorgar 1 punto. En total, cuanto mayor sea el número de puntos calculados, más pronunciada será tu impulsividad.

Hay que recordar que no se puede decir de forma inequívoca que la impulsividad sea algo negativo en una persona. No olvidemos que la naturaleza humana es multifacética y, en la mayoría de los casos, impredecible.

“¡Sólo tengo que comprarlo, no puedo resistirme!” "Lamento mucho haber dicho eso..."¿Suena familiar? Escuchamos esas palabras todos los días y, a menudo, las decimos nosotros mismos. ¿Podemos regular o controlar automáticamente nuestras acciones, palabras y hechos, es decir? ¿Hasta qué punto somos capaces de controlar y resistir nuestras emociones e impulsos? En este artículo aprenderás qué es la impulsividad y cuáles son las causas y síntomas del comportamiento impulsivo. También te contamos cómo puedes evaluar tu nivel de impulsividad.

Impulsividad y causas del comportamiento impulsivo.

¿Qué es la impulsividad? La impulsividad es una característica del comportamiento y la percepción del mundo circundante, expresada en La tendencia a actuar y reaccionar ante un evento, situación o experiencia interna de manera rápida y sin pensar. bajo la influencia de emociones o circunstancias. En este caso, la característica principal es Un error de juicio analítico en el que no se evalúan las consecuencias de las propias acciones., lo que a menudo lleva al hecho de que en el futuro la persona impulsiva se arrepiente de sus acciones.

Causas del comportamiento impulsivo.

Neurocientíficos que utilizan PET ( Tomografía de emisión de positrones) descubrió el camino por el que un impulso o pensamiento viaja en el cerebro, convirtiéndose en una compulsión repetitiva, y explicó por qué algunas personas hacen esto Es difícil controlar el impulso que surge a cambio de una recompensa o una meta a largo plazo..

¿Cuáles son las causas del comportamiento impulsivo? La impulsividad o conducta impulsiva está estrechamente relacionada con– una sustancia involucrada en los procesos de aprendizaje y recompensa.

Es decir, para recibir una recompensa rápida se produce una cierta desviación en el trabajo de los núcleos cerebrales encargados de analizar y tomar la situación más adecuada y las decisiones reflexivas. El científico Joshua Buchholz de la Universidad de Vanderbilt sugirió en 2009 que las personas impulsivas tienen un número reducido de receptores de dopamina activos en un área del mesencéfalo asociada con la capacidad de tomar decisiones lógicas y reflexivas, lo que también puede aumentar el riesgo de depresión y comportamiento impulsivo. . Aquellos. Cuanto menor es el número de receptores de dopamina activos en la región del mesencéfalo donde se encuentran las neuronas que sintetizan dopamina, más dopamina se libera y mayor es el grado de impulsividad.

Muy a menudo las personas impulsivas se arrepienten de su comportamiento., sin detenerlo. A menudo se vuelve repetitivo y compulsivo, como en el caso del abuso de sustancias, el juego, las compras compulsivas, el tabaquismo, el alcohol, etc.

Síntomas de impulsividad

Por otro lado, varios investigadores ( Michalczuk, Bowden-Jones, Verdejo García, Clark, 2011) nombró cuatro características principales de la impulsividad:

  • Incapacidad para planificar y pronosticar.: actuando bajo la influencia de impulsos, no podemos prever las consecuencias lógicas y esperadas; cualquier resultado es una “sorpresa”.
  • Bajo nivel de control: Otro cigarrillo, un trozo de tarta, un comentario inapropiado… “sin frenos” y sin autocontrol.
  • Falta de perseverancia:, posponiendo tareas poco interesantes. Sólo la búsqueda de emociones brillantes y agudas.
  • Búsqueda constante de nuevas experiencias y necesidad de recibirlas con urgencia, que se refiere a la tendencia a actuar bajo la influencia de intensas emociones positivas o negativas y estados que distorsionan la capacidad de tomar decisiones alternativas informadas y con ello evitar el remordimiento y remordimiento constante que es muy típico de las personas impulsivas.

Hay diferentes tipos de impulsos. y tienen diferentes consecuencias: compárese: comerse un trozo de pastel extra y robar algo, romper algo o hacerse daño a sí mismo o a otros.

Tenga en cuenta que el papel clave en este caso lo desempeña condición emocional, aunque se discutió anteriormente Los procesos que ocurren en el cerebro provocan. aparición emociones que nublan la percepción de la realidad, y el deseo de conseguirlos a cualquier precio se vuelve irresistible.

¿Cómo se diagnostica la impulsividad?

Si padeces este tipo de estado emocional y estás sufriendo sus consecuencias, sin olvidar que puede estar asociado a otros trastornos graves como el TDAH o la enfermedad de Parkinson, es necesario que acudas al diagnóstico de un especialista que determinará la gravedad y el tipo. de comportamiento impulsivo y sugerirá medidas terapéuticas efectivas (incluidos medicamentos psicotrópicos), herramientas y pruebas especiales. Además, también podrás realizar las pruebas neuropsicológicas de CogniFit, que serán una ayuda adicional a la hora de realizar un diagnóstico por parte de un especialista.

Traducción de Anna Inozemtseva

Fuentes

Celma Mérola, Jaume. Bases teóricas y clínica del comportamiento impulsivo. Colección digital Profesionalidad. Ed. San Juan de Dios. Barcelona (2015).

Shalev, I. y Sulkowski, ML. (2009). Relaciones entre distintos aspectos de la autorregulación con los síntomas de impulsividad y compulsividad. Personalidad y diferencias individuales, 47,84-88.

¿Por qué eres tan impulsivo? Autorregulación y síntomas de impulsividad. Timothy A. Pychyl Ph.D. No te demores. Psychology Today, publicado el 23 de junio de 2009

Las acciones impulsivas pueden deberse a varios motivos:

  1. situación emocional cuando el individuo no ha formado reacciones adecuadas;
  2. inestabilidad emocional general del individuo;
  3. estado de intoxicación;
  4. formas habituales de comportamiento;
  5. Anormalidades psicopáticas de la personalidad.

Todas las reacciones impulsivas demuestran la disposición personal del individuo para determinadas acciones. En estados emocionales conflictivos, los sentimientos y las emociones suprimen los mecanismos racionales de regulación del comportamiento y adquieren una función reguladora protagonista, convirtiéndose en el principal mecanismo de las acciones impulsivas.

A veces, debido a una combinación de circunstancias repentinas, una persona se ve obligada a actuar muy rápidamente. Los motivos de las acciones en tales situaciones se denominan erróneamente “motivos forzados”. En este sentido, hay que tener en cuenta que en situaciones extremas, los motivos de las acciones de una persona pueden colapsar, combinados con un objetivo formado repentinamente. ¿Qué motiva a una persona a defenderse de un ataque sorpresa? En este caso, su comportamiento no está determinado por motivos bien pensados, sino por un impulso general, una disposición a la autoconservación, que se manifiesta en acciones estereotipadas de autodefensa.

A menudo, las acciones impulsivas se cometen por "razones internas", debido al deseo del individuo de afirmarse, de asegurar su superioridad sobre los demás y de dar rienda suelta a las emociones negativas acumuladas.

La impulsividad se manifiesta de manera más aguda en un estado de pasión, fuerte agitación mental, caracterizada por desorganización de la conciencia, inhibición de todas las áreas del cerebro excepto el foco hiperdominante, desinhibición de extensas zonas subcorticales y una fuerte activación de impulsivas, involuntarias defensivas y agresivas. reacciones. No hay objetivos ni motivos conscientes cuando hay afecto: se activa la mentalidad para superar el afecto. El afecto está asociado con la incapacidad del individuo para salir de una situación crítica aguda determinada de una manera socialmente adaptada.

El estado de afecto inhibe todos los procesos mentales no relacionados con el hiperdominante e impone al individuo un estereotipo de comportamiento de "emergencia" (huida, agresión, gritos, llanto, movimientos caóticos, cambios en el estado funcional y fisiológico del cuerpo). En un estado de pasión, se altera el mecanismo de actividad más importante: la selectividad en la elección de un acto de comportamiento, el comportamiento habitual de una persona cambia drásticamente, sus posiciones de vida se deforman y se altera la capacidad de establecer relaciones entre los fenómenos. Una idea, a menudo distorsionada, comienza a dominar en la conciencia: se produce el llamado "estrechamiento de la conciencia" (inhibición de todas las zonas de la corteza cerebral, excepto las asociadas con la zona hiperdominante).

En las acciones realizadas en un estado de pasión, el objetivo no está especificado; la acción tiene sólo una orientación general. (Un delito cometido en estado pasional tiene una intención incierta e indirecta).

El estrés también es un estado emocional conflictivo que activa reacciones impulsivas. El concepto de "estrés" (del inglés estrés - presión, tensión) cubre una amplia variedad de estados mentales extremadamente estresantes causados ​​por diversas influencias extremas (estresores). En este caso, la psique humana se puede modificar en forma de:

  1. activación extrema de la actividad motora-impulsiva,
  2. desarrollo de procesos inhibidores profundos (estupor),
  3. generalización: la distribución de la actividad en una amplia gama de objetos, alteración de la diferenciación en la elección de objetivos.

Con el estrés desmovilizador (angustia), se deforma toda la esfera motivacional del individuo y sus habilidades de comportamiento adaptativo, se altera la idoneidad de las acciones y se deterioran las habilidades del habla. Pero en algunos casos, el estrés moviliza las capacidades adaptativas del individuo (este tipo de estrés se llama austress).

Para una evaluación legal del comportamiento de una persona bajo estrés, debe tenerse en cuenta que en un estado de estrés, la conciencia de una persona puede no reducirse: una persona puede ser capaz de movilizar al máximo sus capacidades físicas y mentales para superar impactos extremos. de manera razonable.

El comportamiento humano tanto bajo afecto como bajo estrés no está completamente relegado a un nivel inconsciente. Sus acciones para eliminar el factor afectivo o estresante, la elección de herramientas y métodos de acción, el habla significa preservar el condicionamiento social. Un estrechamiento de la conciencia durante el afecto y el estrés no significa su completo desorden.

La deformación en la esfera emocional-volitiva de una persona ocurre no solo en un estado de pasión y estrés. Una de las variedades de los llamados estados mentales conflictivos es el estado de frustración (del latín frustratio - expectativa inútil, frustración debido al engaño de las expectativas), un estado negativo extremadamente intenso emocionalmente asociado con la aparición de un obstáculo para lograr una meta. que es significativo para él, que es insuperable para una gravedad determinada. El estado de frustración se manifiesta en un estrés mental opresivo, insoportablemente doloroso, en un sentimiento de desesperación, desesperanza y extrema agresividad hacia el frustrante.

La impulsividad del comportamiento es especialmente característica de los individuos psicópatas y de las personas con un carácter acentuado, que se esfuerzan por satisfacer inmediatamente las necesidades actualizadas sin la debida consideración de las circunstancias, y son propensos a reacciones compensatorias instantáneas.

Los delitos impulsivos son el "bloqueo" de los estados mentales agudos de un individuo a circunstancias situacionales que son conflictivas para un individuo determinado, que actúan como un desencadenante de sus acciones ilegales poco conscientes. La naturaleza de estas circunstancias situacionales nos permite juzgar qué es criminógeno para un individuo determinado. Todos los actos delictivos impulsivos se caracterizan por la reducción de los componentes reguladores conscientes del comportamiento. En estos actos de comportamiento, la regulación consciente-volitiva del comportamiento se deforma: la toma de decisiones consciente, la programación detallada de la acción son reemplazadas por reacciones actitudinales: la preparación del individuo para las acciones estereotipadas que le son propias en situaciones típicas. Los motivos y objetivos de la acción están superpuestos por un impulso emocional generalizado: causar daño a una fuente emocional traumática.

Sin embargo, los actos delictivos impulsivos no pueden considerarse un tipo de delito aleatorio. Por regla general, están naturalmente determinados por las características personales de los delincuentes impulsivos. Y este estereotipo de conducta delictiva impulsiva es fundamental para evaluar la personalidad del delincuente y su resocialización. La impulsividad del comportamiento no puede considerarse incondicionalmente como una circunstancia atenuante. En muchos casos, caracteriza una cualidad socialmente peligrosa estable de un individuo, su responsabilidad social extremadamente reducida.

¿Qué es la impulsividad?

En su vida, cada persona conoce personas con diferentes personajes. ¿Alguna vez has tratado con una persona que te sorprendió por su inconstancia? Estas personas, por regla general, tienden a cambiar de opinión con bastante rapidez y se caracterizan por cambios instantáneos de humor.

Parecería que simplemente estaba sonriendo y de muy buen humor, cuando de repente algo afecta su estado de ánimo y aparece la agresión y el descontento. Estas personas también sorprenden con sus decisiones ultrarrápidas. ¿Qué explica este comportamiento humano? En psicología esto se llama impulsividad.

La impulsividad es una característica del carácter humano, que se manifiesta en la tendencia a tomar decisiones sin pensar en las consecuencias. Las personas impulsivas se guían en su comportamiento no por la razón, sino por las emociones y circunstancias temporales.

La mayoría de las veces, este comportamiento sólo conlleva consecuencias negativas. Esto se debe a la falta de moderación, temperamento y dureza que estas personas suelen exhibir. En otras palabras, podemos decir que las acciones impulsivas son acciones realizadas sin tener en cuenta las consecuencias, sin pensarlo previamente.

Algunas personas confunden impulsividad con decisión; este es un error muy común. Sin embargo, la diferencia entre estas dos condiciones es grande. Los individuos decididos tienen una firme confianza en su decisión o acción, y esta confianza se extiende también al resultado de su actividad.

Las personas impulsivas se caracterizan por actuar primero y luego considerar las consecuencias. Estas personas tienden a terminar decepcionadas, lo que puede provocarles remordimientos o hacer que la situación sea aún más difícil.

Variedades

Es común que todas las personas muestren impulsividad en ocasiones, pero para algunas personas esto se convierte en la norma. Los estados impulsivos tienen varias variedades y también pueden indicar algunas enfermedades psicológicas:

  • La piromanía es una atracción por los incendios provocados.
  • La cleptomanía es un ansia de robo.
  • Impulsividad alimentaria: se manifiesta en diversas interacciones con los alimentos.
  • La adicción al juego es una predisposición al juego.

Éstas son sólo algunas de las condiciones psicológicas en las que la mente humana no puede resistir sus deseos. Las decisiones impulsivas suelen ser el resultado de un autocontrol deficiente. Las características distintivas de estas personas son una mayor actividad y un carácter explosivo.

Estos son malos conversadores: la conversación con estas personas puede ser difícil y a menudo no tiene un tema específico, ya que tienden a cambiar rápidamente entre diferentes temas. Cuando hacen una pregunta, no esperan una respuesta y pueden hablar durante mucho tiempo, incluso si ya no los escuchan.

La impulsividad también varía según las situaciones en las que se produce:

  • Motivado: en este caso es causado por situaciones estresantes, cuando incluso personas bastante adecuadas pueden mostrar una reacción inesperada ante las circunstancias. Esto le ha pasado a todo el mundo y no es motivo de preocupación.
  • Desmotivado: cuando reacciones extrañas e inusuales a lo que está sucediendo se convierten en la norma para esta persona. En este caso, el comportamiento anormal no es episódico y se repite con bastante frecuencia, lo que conduce a algunas enfermedades psicológicas.

Esta condición puede ocurrir tanto en niños como en adultos. Sin embargo, en el caso de los niños, los psicólogos no definen esto como un diagnóstico, ya que los niños no siempre están dispuestos a pensar en sus decisiones y a responsabilizarse de ellas. Pero en los adultos esto ya es una desviación de las normas de comportamiento aceptadas.

Muy a menudo, se puede observar un comportamiento impulsivo en los adolescentes. Esto es comprensible: diversas tensiones en una edad tan crítica suelen ser la causa de un comportamiento irracional. También podría ser excitación emocional o exceso de trabajo.

A veces los adolescentes inducen esta condición de forma artificial, la razón es la terquedad y el deseo de mostrar independencia. Los estados impulsivos en adultos son una desviación psicológica solo si ocurren con mucha frecuencia y la persona misma no es capaz de autocontrolarse.

Ventajas y desventajas

Un estado impulsivo provoca una actitud negativa en muchas personas. Esto se debe al hecho de que la gente equipara la palabra "impulsividad" con conceptos como irritabilidad, falta de fiabilidad y mal genio. Por supuesto, estas propiedades pueden acompañar a las manifestaciones impulsivas, pero este estado también tiene sus puntos fuertes:

1. Toma de decisiones rápida. No debe confundirse con la decisión, pero es el lado positivo del estado impulsivo. Estos individuos tienden a adaptarse rápidamente. Suelen ser indispensables en situaciones en las que las circunstancias cambian rápidamente y es necesario tomar decisiones adaptándose a ellas.

2. Intuición. Este estado también desarrolla la intuición. Cada uno de nosotros estaría encantado de tener un carácter intuitivo o tener una persona así cerca. La intuición es un lado muy fuerte del carácter que nos ayuda en la vida.

3. Emocionalidad explícita. Los estados impulsivos implican la apertura de una persona. Estas personas no ocultan sus emociones. Esto también puede considerarse una característica positiva. Cuanto mejor comprendas el estado emocional de una persona, más fácil será tu relación con ella. Una persona impulsiva nunca mostrará intenciones ocultas.

4. Veracidad. Este es quizás el aspecto positivo más importante de un estado impulsivo. Las personas propensas a la impulsividad rara vez mienten. La mentira es más común entre quienes tienen un carácter tranquilo y razonable. Con una mayor emocionalidad, es difícil ocultar la verdad. Cualquier manifestación de engaño es altamente indeseable para una persona impulsiva, ya que tarde o temprano las emociones se apoderarán de él y lo expresará todo.

Los estados impulsivos tienen una serie de ventajas, como ya hemos entendido. Sin embargo, además de esto, también se les asocia una serie de aspectos negativos. Estos incluyen errores comunes. Al tomar decisiones rápidas, una persona comete acciones imprudentes, lo que más a menudo conduce a errores.

La desventaja de un estado impulsivo es que el estado de ánimo de un individuo cambia a menudo y nunca entenderás qué lo controla en ese momento y qué esperar en el momento siguiente. Y dado que todo individuo se esfuerza por lograr el orden y la constancia, una persona emocional es la causa del malestar.

Esto también se manifiesta en las relaciones: es difícil experimentar sentimientos románticos con esas personas; a veces él te ama y adora, a veces se enoja por pequeños malentendidos. Dado que es imposible predecir el comportamiento de una persona impulsiva, adaptarse a él es muy problemático.

Sin embargo, comunicarse con una persona así también tiene sus ventajas. Se trata de una personalidad muy aventurera y puedes estar seguro de que siempre recibirás apoyo en decisiones inesperadas. Además, la emocionalidad abierta de una persona así puede ayudarle a aprender a comprender muchos factores que influyen en su estado de ánimo y a utilizarlos para sus propios fines en el futuro.

Al mismo tiempo, no debes confiar en él incondicionalmente: las personas impulsivas tienden a cambiar de opinión con frecuencia y no siempre cumplen sus promesas. Vale la pena recordar que un individuo impulsivo nunca actuará como un agresor. Si te encuentras con una persona emocionalmente agresiva, lo más probable es que sea una persona mentalmente inestable.

La impulsividad no puede ser buena ni mala. Esta es una condición que tiene lados positivos y negativos. Una persona impulsiva debe utilizar sus puntos fuertes y prestar mucha atención a trabajar sus rasgos débiles.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Aprender a controlar el comportamiento impulsivo

Una de las principales consecuencias del psicotrauma (TEPT) es la pérdida de control sobre el comportamiento impulsivo. La gente hace las cosas sin pensar en las consecuencias.

Se ve claramente que sus acciones autodestructivas son el resultado de la influencia de impulsos incontrolados, y sus autores sufren luego las consecuencias a largo plazo de estas acciones. Su deseo de gratificación inmediata obstaculiza su capacidad de ver el futuro.

Los economistas conductuales llaman a este fenómeno descuento de tiempo. ¿Quieres conseguir mil dólares ahora mismo o dos mil, pero dentro de un año? ¿Qué tal $1.900, pero en un año? ¿O 1500? ¿Qué tal 1200?

Resulta que las personas adictas, jugadores o fumadores, prefieren la gratificación inmediata con más frecuencia que muchos de nosotros.

Tienen una visión distorsionada de lo que podría suceder y su visión del futuro se limita a días en lugar de años.

Otras investigaciones han demostrado que tenemos dos sistemas en competencia que operan en diferentes posiciones de nuestro "yo involuntario": el sistema impulsivo, que quiere recompensas de inmediato, y el sistema de control, que regula estos impulsos y decide (inconscientemente) qué elección es preferible. Las personas con adicciones tienen un sistema impulsivo más fuerte de lo normal.

Lo mismo se aplica a cualquiera que tenga problemas con el control de sus impulsos, es decir, prácticamente a todas las personas con comportamientos autodestructivos.

Dando libertad a los impulsos, nos permitimos tomarnos un tiempo libre en el trabajo, dar rienda suelta a nuestra ira, gritar a nuestros hijos y romper nuestra dieta. Por tanto, queda claro que debemos encontrar formas de fortalecer nuestro sistema de gestión y control de impulsos. A partir del esfuerzo consciente, con la práctica, adquirimos nuevos hábitos con mayor facilidad, y luego pasan a formar parte de nuestro “yo involuntario”.

Entrenamiento de control de impulsos

  • Entra en un estado de atención plena y empieza a pensar en el futuro lejano. ¿Qué pasará en un año? ¿Todavía quieres fumar o beber demasiado? ¿Quieres tomar decisiones estúpidas, ponerte en peligro, darle la espalda a los demás? ¿Y luego culparte por no poder cambiar? Sabes que no quieres. Cuando sientas esta tentación, aprende a combinarla con el pensamiento: “¿Qué clase de persona quiero ser?”
  • Elimina el ruido innecesario. Somos más susceptibles a los impulsos cuando estamos distraídos por muchas exigencias o bajo más presión. En estas situaciones, si sabemos que somos propensos a tomar decisiones imprudentes, podemos evitar tomar decisiones hasta que todo el ruido se haya calmado o podamos concentrarnos realmente.
  • Controla tu ansiedad. El problema de la elección genera estrés. Y nos esforzamos por obtener la recompensa más rápido para detener la ansiedad que acompaña a la toma de decisiones. Practicar la atención plena, controlar los pensamientos intrusivos, respirar profundamente y otras técnicas de manejo de la ansiedad puede ayudarlo a tomar mejores decisiones.
  • No escuches el canto de las sirenas: actúa como Odiseo, que se tapó los oídos con cera para evitar la tentación. Intenta recordar que la tentación misma te vuelve impulsivo. Sácalo de tu vista, de tu cabeza, deja de pensar en ello. Reemplázalo con tentaciones útiles.
  • Imagínate lo fuerte que te vuelves, lo orgulloso que estás de ti mismo. No tienes dolor de cabeza por la mañana. No harás nada estúpido por las noches. Te volverás más delgado. Vivirás más, disfrutarás más de la vida y te volverás más atractivo. Intenta imaginar todos estos cambios en detalle y fortalece tu deseo de lograrlo.
  • Detener. Espere cinco minutos y luego decida si esperar o ceder a la tentación. Date cinco minutos más si es necesario. O tal vez cinco más, y así sucesivamente, hasta que el “yo involuntario” pase por impulsos peligrosos.

El renombrado neurocientífico Richard Davidson, al estudiar a personas mayores, descubrió que los cerebros de personas tranquilas y equilibradas mostraban una mayor actividad en la corteza prefrontal (creemos que esta área es responsable de la función ejecutiva en el cerebro), que controla la amígdala, que es responsable. para reacciones emocionales y la liberación de hormonas del estrés como el cortisol.

La amígdala es el centro emocional del cerebro, y si la corteza pierde el control sobre ella, comenzamos a actuar bajo la influencia de emociones impulsivas. Davidson está convencido de que las personas adquieren la capacidad de controlar los impulsos a lo largo de los años mediante un proceso de entrenamiento interno e inconsciente. Así es como se desarrolla la sabiduría a medida que envejecemos.

¿Qué pasaría si hiciéramos este tipo de entrenamiento oculto deliberadamente? Hay muchas investigaciones que demuestran que la atención enfocada determina la forma en que se desarrolla nuestro cerebro.

En una serie de experimentos, los monos escucharon música y al mismo tiempo recibieron ligeros golpes rítmicos en los dedos. Algunos monos recibieron una recompensa cuando notaron un cambio de ritmo; otros recibieron un delicioso regalo cuando celebraron el cambio de música. Después de seis semanas de práctica, el “grupo de ritmo” mostró un aumento en el área del cerebro que regula los movimientos de los dedos. En el “grupo de música” esta área no ha cambiado en absoluto, pero ha crecido el área asociada a la audición. Recuerda que todos los monos fueron entrenados de la misma manera: todos escuchaban música y recibían ritmos al mismo tiempo. La única diferencia estaba en la dirección de la atención. Al analizar esta investigación, Sharon Begley* escribe: “La experiencia, junto con la atención, conduce a cambios físicos en la estructura y el funcionamiento posterior del sistema nervioso.

Momento a momento, a medida que elegimos y esculpimos cambios en nuestra conciencia, elegimos quiénes seremos en el próximo momento en un sentido muy real, y esta elección está encarnada en la forma física de nuestro Ser material”. La atención dirigida determina la forma en que se desarrolla nuestro cerebro.

Centra tu atención en algo bueno que hacer y no te distraigas con el ruido y la confusión asociados con la lesión. Haz una lista de recompensas o actividades saludables que puedas realizar en lugar de conductas autodestructivas.

Este tipo de concentración resulta ser más que una simple distracción. Entrenar la concentración y el enfoque cambia nuestro cerebro. La concentración y la capacidad de ignorar las interrupciones son habilidades que se pueden aprender.

Cada episodio en el que nuestra pareja nos molesta y lo regañamos hace más probable la próxima pelea. Las conexiones neuronales entre nuestro disgusto y la pelea se activan simultáneamente y se vinculan entre sí.

Por otro lado, si aprendemos a respirar profundamente cada vez que nuestra pareja nos molesta, podemos activar las conexiones entre conflicto y respuesta tranquila.

Sólo debemos recordar que esto sucede lo queramos o no. Y cada vez que hacemos algo, aumenta la probabilidad de repetir esta acción. Por eso vale la pena tomar la mejor decisión.

* Sharon Begley (nacida en 1956) es una famosa periodista, graduada de la Universidad de Yale, divulgadora científica y autora de libros de divulgación científica. El libro "Cómo las emociones controlan el cerebro" (San Petersburgo: Peter, 2012), que escribió junto con Richard Davidson, se convirtió en un éxito de ventas mundial.

Impulsividad: causas del comportamiento impulsivo

“¡Sólo tengo que comprarlo, no puedo resistirme!” “Lamento mucho haber dicho eso…” ¿Te suena familiar? Escuchamos esas palabras todos los días y, a menudo, las decimos nosotros mismos. ¿Podemos regular o controlar automáticamente nuestras acciones, palabras y hechos, es decir? ¿Hasta qué punto somos capaces de controlar y resistir nuestras emociones e impulsos? En este artículo aprenderás qué es la impulsividad y cuáles son las causas y síntomas del comportamiento impulsivo. También te contamos cómo puedes evaluar tu nivel de impulsividad.

Impulsividad y causas del comportamiento impulsivo.

¿Qué es la impulsividad? La impulsividad es una característica del comportamiento y la percepción del mundo que nos rodea, expresada en la tendencia a actuar y reaccionar ante un evento, situación o experiencias internas de forma rápida y sin pensar bajo la influencia de emociones o circunstancias. En este caso, el síntoma principal es un error en el juicio analítico, en el que no se evalúan las consecuencias de las propias acciones, lo que a menudo lleva al hecho de que en el futuro la persona impulsiva se arrepiente de sus acciones.

Causas del comportamiento impulsivo.

Los neurocientíficos han descubierto mediante escáneres PET (tomografía por emisión de positrones) el camino que sigue un impulso o pensamiento en el cerebro para convertirse en una compulsión repetitiva, y han explicado por qué a algunas personas les resulta tan difícil controlar el impulso que surge a cambio de una recompensa o objetivo a largo plazo.

¿Cuáles son las causas del comportamiento impulsivo? La impulsividad, o conducta impulsiva, está estrechamente relacionada con el neurotransmisor dopamina, una sustancia química implicada en el aprendizaje y la recompensa.

Los investigadores Idit Shalev de la Universidad de Yale y Michael Sulkowski de la Universidad de Florida explicaron que la causa fisiológica del comportamiento impulsivo inmediato y repetido son errores en los receptores del lóbulo frontal, es decir, la corteza prefrontal, que ocurren cuando esta parte del cerebro realiza funciones ejecutivas. funciones, en particular el proceso de organizar la toma de decisiones y aplicar el juicio apropiado. Aprenda a mejorar la función ejecutiva.

Es decir, para recibir una recompensa rápida se produce una cierta desviación en el trabajo de los núcleos cerebrales encargados de analizar y tomar la situación más adecuada y las decisiones reflexivas. El científico Joshua Buchholz de la Universidad de Vanderbilt sugirió en 2009 que las personas impulsivas tienen un número reducido de receptores de dopamina activos en un área del mesencéfalo asociada con la capacidad de tomar decisiones lógicas y reflexivas, lo que también puede aumentar el riesgo de depresión y comportamiento impulsivo. . Aquellos. Cuanto menor es el número de receptores de dopamina activos en la región del mesencéfalo donde se encuentran las neuronas que sintetizan dopamina, más dopamina se libera y mayor es el grado de impulsividad.

Muy a menudo, las personas impulsivas se arrepienten de su comportamiento sin detenerlo. A menudo se vuelve repetitivo y compulsivo, como en el caso del abuso de sustancias, el juego, las compras compulsivas, el tabaquismo, el alcohol, etc.

Síntomas de impulsividad

Por otro lado, una serie de investigadores (Michalczuk, Bowden-Jones, Verdejo García, Clark, 2011) nombraron cuatro características principales de la impulsividad:

  • Incapacidad para planificar y pronosticar: actuando bajo la influencia de impulsos, no podemos prever las consecuencias esperadas y lógicas, cualquier resultado es una “sorpresa”.
  • Bajo nivel de control: otro cigarrillo, un trozo de tarta, un comentario inapropiado… “sin frenos” y sin autocontrol.
  • Falta de perseverancia: procrastinación, posponer tareas poco interesantes. Sólo la búsqueda de emociones brillantes y agudas.
  • La búsqueda constante de nuevas experiencias y la necesidad de recibirlas con urgencia, que se entiende como la tendencia a actuar bajo la influencia de intensas emociones y estados positivos o negativos que distorsionan la capacidad de tomar decisiones alternativas informadas y con ello evitar el remordimiento y el remordimiento constantes. Muy típico de personas impulsivas.

Los impulsos son de diferentes tipos y tienen diferentes consecuencias; compare: comerse un trozo de pastel extra y robar algo, romper algo o hacerse daño a usted mismo o a los demás.

Tenga en cuenta que el papel clave en este caso lo juega el estado emocional, mientras que los procesos discutidos anteriormente que ocurren en el cerebro provocan la aparición de emociones que nublan la percepción de la realidad, y el deseo de obtenerlas a cualquier precio se vuelve irresistible.

Síntomas de comportamiento impulsivo.

¿Cómo se diagnostica la impulsividad?

Si padeces esta condición emocional y estás sufriendo sus efectos, sin mencionar que puede estar asociada a otros trastornos graves como demencia, TDAH o enfermedad de Parkinson, debes buscar el diagnóstico de un especialista que determinará la gravedad y el tipo. de comportamiento impulsivo y sugerirá medidas terapéuticas efectivas (incluidos medicamentos psicotrópicos), herramientas y pruebas especiales. Además, también podrás realizar las pruebas neuropsicológicas de CogniFit, que serán una ayuda adicional a la hora de realizar un diagnóstico por parte de un especialista.

Traducción de Anna Inozemtseva

Celma Mérola, Jaume. Bases teóricas y clínica del comportamiento impulsivo. Colección digital Profesionalidad. Ed. San Juan de Dios. Barcelona (2015).

Shalev, I. y Sulkowski, ML. (2009). Relaciones entre distintos aspectos de la autorregulación con los síntomas de impulsividad y compulsividad. Personalidad y diferencias individuales, 47,84-88.

¿Por qué eres tan impulsivo? Autorregulación y síntomas de impulsividad. Timothy A. Pychyl Ph.D. No te demores. Psychology Today, publicado el 23 de junio de 2009

Científico del comportamiento con amplia experiencia en los campos de DO y RRHH, desarrollando proyectos de efectividad organizacional para desafiar el potencial humano dentro de las organizaciones.

Tipos y métodos para lidiar con el comportamiento impulsivo.

La impulsividad en psicología se considera una predisposición a una reacción espontánea y ultrarrápida ante cualquier estímulo externo o interno sin tener en cuenta las posibles consecuencias. En el marco de este concepto, se habla de comportamiento impulsivo, cuando una persona actúa sin pensar, pero posteriormente muchas veces se arrepiente de sus acciones o, por el contrario, agrava aún más la situación actual. Este rasgo de carácter puede manifestarse tanto en la infancia como en la edad adulta debido al aumento de la excitabilidad emocional, el exceso de trabajo, el estrés emocional y determinadas enfermedades.

Cualidades como la impulsividad, la iniciativa, la flexibilidad de comportamiento y la sociabilidad son características principalmente de los extrovertidos. El concepto de impulsividad puede contrastarse con la reflexividad: la tendencia a pensar detenidamente en un problema y sopesar las decisiones tomadas.

En psicología y psiquiatría, la impulsividad también se interpreta como una forma dolorosa de comportamiento en la que una persona realiza determinadas acciones obedeciendo a impulsos irresistibles, es decir, casi de forma inconsciente. Resulta que las personas impulsivas tienen un nivel reducido de autocontrol y sus acciones son más automatizadas.

Comportamiento impulsivo y sus tipos.

La impulsividad se manifiesta por dificultades para resistir determinados impulsos momentáneos, que al final casi siempre provocan problemas, tanto para el propio paciente como para su entorno inmediato. Aquí hay algunos ejemplos de comportamiento impulsivo no saludable:

  • cleptomanía: un doloroso deseo de robar;
  • adicción al juego – atracción patológica al juego;
  • compras impulsivas: compra de cosas innecesarias, preocupación por las compras;
  • piromanía: un impulso irresistible de provocar un incendio provocado;
  • comportamiento sexual impulsivo: actividad sexual excesiva e incontrolada, que puede manifestarse no sólo en promiscuidad sexual, sino también en voyeurismo, fetichismo, actividad sexual y otras inclinaciones;
  • Comportamiento alimentario impulsivo: comer en exceso compulsivamente, anorexia, bulimia, etc.

Los trastornos anteriores son bastante comunes entre adultos y adolescentes y provocan una disminución significativa de la calidad de vida. Sin embargo, el aumento de la impulsividad se elimina fácilmente con la ayuda de un trabajo psicoterapéutico cognitivo-conductual competente.

Comportamiento impulsivo en la infancia.

La impulsividad en los niños también es un rasgo de carácter que consiste en actuar según el primer impulso debido a la influencia de cualquier emoción o estímulo. Debido al subdesarrollo del control del comportamiento relacionado con la edad, esta característica se encuentra a menudo en niños en edad preescolar y primaria. Con un desarrollo adecuado del niño, esta forma de impulsividad se puede corregir con bastante facilidad, pero es posible que a medida que el niño crezca, esta característica de comportamiento regrese nuevamente.

En la adolescencia, la impulsividad a menudo se convierte en consecuencia de la excitabilidad emocional, el exceso de trabajo y el estrés.

La mayoría de los psicólogos consideran el comportamiento impulsivo de los niños pequeños como un fenómeno normal, ya que, debido a la edad y a una serie de otros factores objetivos, no se les puede exigir que controlen completamente su propio comportamiento. El sistema nervioso central se forma activamente en los primeros años de vida, y el niño comienza a regular más o menos los impulsos que surgen espontáneamente solo a la edad de ocho años. De hecho, la falta de regulación voluntaria del comportamiento es simplemente una característica natural relacionada con la edad.

Revelador

El diagnóstico de impulsividad lo realiza un psicólogo o psicoterapeuta mediante cuestionarios y pruebas especiales. Se realiza un diagnóstico final si la condición del paciente cumple con los siguientes criterios:

  • el comportamiento impulsivo se repite constantemente, a pesar de las consecuencias negativas;
  • el paciente no puede controlar su propio comportamiento;
  • el paciente experimenta un deseo literalmente irresistible de cometer un acto impulsivo;
  • Después de realizar una acción impulsiva, el paciente se siente satisfecho.

La impulsividad es una condición que hay que combatir, en primer lugar, para mejorar la calidad de vida del propio paciente. Dependiendo de las razones que provocaron el comportamiento impulsivo y las características personales del paciente, se selecciona un método de tratamiento individual.

Métodos de lucha

Por lo tanto, el psicoterapeuta siempre determina el método de corrección más preferible de forma estrictamente individual, teniendo en cuenta muchos factores, incluidas las peculiaridades del desarrollo del sistema nervioso del paciente. En algunos casos, una terapia farmacológica bien elegida con antidepresivos y antipsicóticos ayuda a eliminar la impulsividad. Los medicamentos se prescriben en los casos en que la impulsividad es una manifestación de un trastorno mental.

Varios métodos psicoterapéuticos también ayudan a combatir el comportamiento impulsivo. La más extendida es la psicoterapia cognitivo-conductual, que resulta más eficaz cuando se realiza de forma individual, aunque también es posible asistir a clases grupales.

La impulsividad en la infancia tampoco debe dejarse al azar. Y aunque el comportamiento de un niño cambiará a medida que crezca, la principal tarea de los adultos es desarrollar su capacidad para equilibrar correctamente sus propios motivos y los resultados esperados. Es decir, el niño debe comprender que todas sus acciones conllevarán determinadas consecuencias. Al mismo tiempo, es importante desarrollar un sistema de recompensas para que el niño desarrolle el concepto de conducta “correcta”. Básicamente, el adulto guía al niño en la dirección correcta y gradualmente le transfiere la responsabilidad de su comportamiento. Vale la pena señalar que el mayor error que cometen los padres es intentar “entrenar” a su propio hijo enseñándole autocontrol mediante el castigo. Esta estrategia es fundamentalmente errónea y puede conducir al desarrollo de trastornos mentales graves en el niño en el futuro.

Los juegos conjuntos que implican frenar los impulsos y tener en cuenta los intereses de los demás participantes son de gran importancia para corregir la impulsividad en niños en edad preescolar y primaria. En el futuro, las actividades educativas contribuirán aún más a la normalización de la actividad conductual.

Material sobre pedagogía correccional sobre el tema:

La quinta parte examina el comportamiento impulsivo en los niños.

Descargar:

Avance:

COMPORTAMIENTO IMPULSIVO

Quizás el comportamiento impulsivo de los niños, como ningún otro, provoque muchas críticas y quejas por parte de padres y educadores. Este comportamiento consiste en las acciones del niño, que realiza según el primer impulso, bajo la influencia de circunstancias externas, una fuerte impresión, sin sopesar los pros y los contras. El niño reacciona rápida y directamente y, a menudo, con la misma rapidez se arrepiente de sus acciones.

Con un comportamiento impulsivo, el niño se deja llevar principalmente por la oportunidad de satisfacer sus propios deseos y expresar el sentimiento que le surge. Naturalmente, no se establece un objetivo específico, la conciencia no se concentra en el resultado logrado y las consecuencias de las acciones impulsivas. Esto distingue el comportamiento impulsivo del comportamiento decisivo. Esto último también implica una reacción rápida, pero está asociada a pensar en la situación y tomar las decisiones más adecuadas e informadas.

Un niño con comportamiento impulsivo se distingue, en primer lugar, por una increíble actividad física y mayor distracción y falta de atención. Constantemente hace movimientos inquietos con manos y pies; sentado en una silla, retorciéndose, retorciéndose; se distrae fácilmente con estímulos extraños; tiene dificultad para esperar su turno durante juegos, clases y otras situaciones; a menudo responde preguntas sin pensar; tiene dificultad para mantener la atención al completar tareas o jugar juegos; a menudo pasa de una acción inconclusa a otra; no puede jugar tranquilamente, con calma, interfiere con los juegos y actividades de otros niños; comete acciones peligrosas sin pensar en las consecuencias. A menudo, un niño con comportamiento impulsivo comienza a completar una tarea sin escuchar las instrucciones hasta el final, pero después de un tiempo resulta que no sabe qué hacer. Luego, el niño continúa con acciones sin rumbo o, molesto, pregunta qué hacer y cómo hacerlo. Varias veces durante la tarea cambia de objetivo y, en algunos casos, puede olvidarlo por completo; no intenta de alguna manera organizar su trabajo para facilitar la realización de la tarea; No utiliza las herramientas propuestas, por lo que comete muchos errores que no ve y no corrige.

Un niño con comportamiento impulsivo está en constante movimiento, sin importar lo que esté haciendo. Cada elemento de su movimiento es rápido y activo, pero en general hay muchos movimientos innecesarios, colaterales, innecesarios e incluso obsesivos. A menudo, los niños con comportamiento impulsivo no tienen una coordinación espacial de movimientos suficientemente clara. El niño no parece “encajar” en el espacio (toca objetos, choca con esquinas, paredes). A pesar de que estos niños suelen tener expresiones faciales "vivas", ojos en movimiento y un habla rápida, a menudo se encuentran fuera de la situación (lección, juego, comunicación) y después de un tiempo "vuelven" a ella nuevamente. La eficacia de la actividad de "salpicar" durante un comportamiento impulsivo no siempre es de alta calidad y, a menudo, lo que se empieza no se completa. También es imposible predecir qué hará a continuación. El propio niño no lo sabe. Actúa sin pensar en las consecuencias, aunque no planea nada malo y está sinceramente molesto por el incidente del que se convierte en culpable. Un niño así soporta fácilmente el castigo, no guarda rencor, se pelea constantemente con sus compañeros e inmediatamente hace las paces. Este es el niño más ruidoso de la comunidad infantil. Los niños con comportamiento impulsivo tienen dificultades para adaptarse a la escuela, no encajan bien en grupos y, a menudo, tienen diversos problemas en las relaciones con sus compañeros. El comportamiento desadaptativo de estos niños indica que sus mecanismos reguladores de la psique no están suficientemente formados y, sobre todo, el autocontrol como condición más importante y eslabón necesario en el desarrollo del comportamiento voluntario.

Además de la base psicológica, el comportamiento impulsivo también puede tener razones fisiológicas. En este caso, esto se explica por la debilidad del control inhibidor por parte de la corteza cerebral, en particular, del segundo sistema de señalización: el habla. El habla, según los psicólogos, es un medio poderoso para comprender el propio comportamiento. A. R. Luria planteó la posición de que el desarrollo de la acción voluntaria comienza con la capacidad del niño para seguir las instrucciones verbales de un adulto. Al mismo tiempo, las acciones del niño son fundamentalmente diferentes de los movimientos involuntarios. La acción según instrucciones es un medio para dominar la propia conducta mediado por un signo del habla. Lo que un niño hace hoy según las instrucciones verbales de un adulto, podrá hacerlo mañana en respuesta a una orden formulada en términos de su propio discurso interno. Los niños con comportamiento impulsivo muestran una profunda inconsistencia en esto. Por tanto, son amables, alegres y sociables, provocan muchas críticas por parte de los adultos, irritación por parte de sus compañeros y necesitan ayuda psicológica y pedagógica.

La superación del comportamiento impulsivo de los niños se produce gradualmente, inculcándoles resistencia y autocontrol. A los niños se les enseña a pensar y justificar sus acciones, controlar sus impulsos y asumir la responsabilidad de su comportamiento. Un medio eficaz para corregir el comportamiento impulsivo en niños en edad preescolar mayores y escolares más pequeños es el juego. En particular, juegos con reglas y juegos conjuntos de larga duración con compañeros. En estos juegos, los niños con comportamiento impulsivo deberán contener sus impulsos inmediatos, obedecer las reglas del juego y tener en cuenta los intereses de los demás jugadores.

Impulsividad. Impulsos, deseo de destrucción.

Manifestaciones que pueden acompañar a los trastornos de conducta impulsiva.

Llámanos ¡Podemos resolverlo correctamente y ayudarte!

Impulsos para romper o destruir algo.

Si tal comportamiento a menudo se manifiesta en un estado de intoxicación por alcohol o drogas, los médicos clasifican estas afecciones como encefalopatía tóxica.

Trastornos del control de impulsos

Tipos de comportamiento impulsivo

Existen diferentes tipos de conducta impulsiva, por ejemplo:

Características clave de los trastornos del control de los impulsos

Muchos trastornos del control de los impulsos incluyen las cualidades subyacentes de:

  • comportamiento impulsivo repetido a pesar de las consecuencias adversas;
  • falta de control sobre la conducta problemática;
  • un deseo irresistible o estado de "deseo" de comportamiento impulsivo o participación en tales situaciones;
  • Cuando ocurre un comportamiento impulsivo, una persona experimenta satisfacción.

    Comportamiento impulsivo

    ARCHIVO "Foro Científico Estudiantil"

    La versión completa del trabajo científico está disponible en formato PDF.

  • CATEGORÍAS

    ARTICULOS POPULARES

    2023 “kingad.ru” - examen por ultrasonido de órganos humanos